Durante el acto la vicepresidenta presentó dos tomos de la segunda edición de sus obras selectas.
Santo Domingo, RD- El presidente de la República Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña, realizon un homenaje póstumo al fenecido médico, escritor, profesor universitario y diplomático, Antonio Zaglul Elmúdesi.
Mediante el Decreto 828-21, le fue concedida de manera postuma la condecoración de la orden Heráldica de Cristobal Colón en el grado de Comendador, reconocimiento que fue recibido por su viuda Josefina Zaiter, y su hija Clara Melanie Zaglul Zaiter.
El presidente Luis Abinader, en septiembre pasado, mediante el Decreto 589-21 le otorgó la orden del Mérito de Duarte Sánchez y Mella en el grado de oficial.
Durante la actividad la vicepresidenta Raquel Peña, puso en circulación la segunda edición de sus obras selectas y un sello postal conmemorativo del primer centenario de su natalicio.
La reedición se realizó en colaboración con el Archivo General de la Nación, la Comisión organizadora del centenario del nacimiento del también investigador y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social bajo la coordinación del historiador y jurista Miguel Reyes Sánchez, director ejecutivo de la comisión presidencial.
Durante el acto realizado en el salón de Embajadores del Palacio Nacional, Raquel Peña, explicó que la obra presentada en dos tomos abarca casi toda la producción escrita del autor. “En el primero, se recogen sus siete libros publicados y se inicia con el más conocido y exitoso, Mis 500 locos”.
Las obras, además incluyen ensayos y biografías; Apuntes; Galería de médicos dominicanos; En las tinieblas de la locura; Despreciada en la vida y olvidada en la muerte: biografía de Evangelina Rodríguez, la primera médica dominicana; Ciencia y humildad: biografía del Dr. Miguel F. Canela Lázaro.
Mientras, que el segundo volumen constituye una selección de artículos y ensayos que el autor publica en la prensa nacional, desde la década de los años setenta hasta sus últimos días, en los periódicos El Caribe, El Nacional, El Siglo y Hoy.
La vicemandataria argumentó que estos documentos se han clasificado bajo determinadas categorías, como psiquiatría y medicina, sobre el comportamiento social y la cultura dominicana, personajes y amigos en el recuerdo.
La también coordinadora del Gabinete de Salud resaltó el esfuerzo y el minucioso trabajo realizado para el rescate de este compendio elaborado por Andrés Blanco, “quien estuvo asesorado por quienes compartieron la cotidianidad y la vivencia íntima del autor, especialmente su viuda, Josefina Zaiter, y su hija Clara Melanie Zaglul Zaiter. A ellas corresponde la redacción del estudio que introduce la edición, con el título: Antonio Zaglul en el recuerdo”.
La funcionaria destacó que, “el Dr. Antonio Zaglul, conocido por sus amigos como Toñito, no se cansa de insistir y profundizar en idénticos problemas, que enfoca de manera renovada aportando nuevos datos y asumiendo diversas hipótesis cada vez más dilatadas e incluyentes, mostrando la hondura, la coherencia y autenticidad esencial de su pensamiento”.
Participaron en la actividad la directora interina del Instituto Postal Dominicano (Inposdom), Katiusca Báez, el ministro administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza y el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta.
Biografía de Antonio Zaglul
El Dr. Antonio Zaglul en vida ejerció la medicina psiquiátrica. Fue escritor, profesor universitario y diplomático. Nació en San Pedro de Macorís el 2 de abril de 1920. Hijo de los esposos Don José Miguel Zaglul y Doña Clara Elmúdesi, ambos de origen libanés radicados en la República Dominicana. Se graduó de médico en la Universidad de Santo Domingo en 1947 y obtuvo una beca del Instituto de Cultura Hispánica para especializarse de psiquiatría en Madrid, España.
Al regresar al país se dedicó a realizar investigaciones desde su práctica clínica sobre las enfermedades mentales y los procesos de sanación. Fue director del Hospital Psiquiátrico Padre Billini. Se le cancela como ejecutivo del mencionado hospital en 1960 y se exilia en Puerto Rico, donde trabajó como médico especialista en el Hospital Psiquiátrico de Río Piedras.
A la muerte de Trujillo volvió al país y sirvió como catedrático en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde ocupó el cargo de Decano de la Facultad de Ciencias Médicas, y se retira de esta institución académica como Profesor Meritísimo.
En el año 1982 fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario ante el Reino de España, primero, y después, ante la Santa Sede en el pontificado de Juan Pablo II.